Desde que yo llegué al barrio en 1977, hemos vivido muchos cambios en la cultura consumista.
En aquel entonces y siempre desde la perspectiva de que yo venía de una zona rural, venir a vivir a este barrio fue lo mejor que me pudo pasar, por su afinidad con el pueblo. Todas las tiendas eran de familias, cuando ya ibas tres o cuatro veces a ellas eran como si los conocieras de toda la vida. En Milà Fontanals estaba la granja, las bodegas (una aún existe) con otros dueños, Cafés Caracas (que luego los cambiaron a Puigmartí), dos peluquerías, tiendas de ropa interior y otras de vestir, algunos bares de barrio, granjas de tomar algo, la charcutería,la ferretería,la panadería San Honorato (aún existe), etc. Tenías de todo con un ambiente familiar.
Poco a poco, se han ido jubilando unos y otros han tenido que cerrar por no poder competir con los supermercados y grandes superficies (a las que nos hicimos adictos por la golosina de que hay de todo, sin darnos cuenta del daño que se les hacía a las tiendecitas de barrio). A otros les ha pillado la crisis y por los pagos e impuestos no pueden seguir con el negocio.
Por todo esto, ha ido cambiando el modelo de tiendas. LLegaron los chinos, con el TODO A CIEN. Todos los locales libres eran para ellos. Poco a poco de tener unas tiendas llenas de todo, barato y de mala calidad, han pasado a tiendas de ropa sencilla, bolsos, zapatos etc. Evidentemente de una calidad muy discutible y a veces nociva para la salud, pero asequibles a todos los bolsillos y la gente lo compra.
En este momento 2011, que la crisis nos sacude cada día con más fuerza, el pequeño comercio parece que está resurgiendo en el barrio en locales que habían permanecido cerrados con una cantidad de cosas en mercado no vistas: bisutería, ropa de diseños modernos,.. Se diría que son creaciones de la propia dueña de la tienda con poca mercancía pero exclusiva y más bien dirigida a la juventud, por las formas y las tallas. Cuesta mucho encontrar tiendas de todo lo que diríamos normal, clásico o cotidiano en general DE TODOS LOS PRODUCTOS.
En fin, CAMBIO TOTAL EN LA FORMA DE CONSUMISMO SOCIAL.
BERTA RIESCO