La ciudad recuerdo
cabalga despacio
en los ojos del transeúnte
cuerpo sonámbulo
deslizándose en las esquinas
donde habitan los tiempos soleados
de los veinte años.
Entonces la juventud no era
memoria de una plaza dorada
por la luz
ni una paloma en el hombro
sino una calle diáfana de juegos
y un rumor de puertas en reposo.
Marta Cecilia Cedeño