Puri Pérez. Quzá la mayoría de vosotros ya conocéis los lugares que os voy a nombrar ahora. Yo, solo conocía la Rotonda, así que conocer estos lugares y su historia ha sido un placer.
Tengo una amiga que es una enamorada de Barcelona y de la obra de Gaudí.Una vez al mes, hace salidas culturales por la ciudad. Ella nos transporta al pasado, y nos lleva por rincones llenos de curiosidades, de jardines, de palacetes y damas con vestidos largos.Este mes escogió la parte alta de la ciudad, comenzó su visita en la Torre Andreu, más conocida por la Rotonda, un edificio modernista neoclásico que fue construido en 1918 en los pies de la montaña del Tibidabo. Se convirtió en un suntuoso hotel llamado Metropolitan donde se reunía toda la burguesía de esos años, en su espléndido jardín se daban toda clase de eventos. Seguimos nuestra visita a la finca Tamarita que pertenecía a la familia Craywinckel, esta familia se la vendió a la familia Mata un rico industrial algodonero, que construyó una gran mansión y unos jardines con fuentes, cascadas y esculturas, todas ellas diseñadas por el arquitecto y paisajista Nicolau Maria Rubió i Tudurí. Durante la guerra civil se convirtió en una checa de la policía soviética. Muchos republicanos sufrieron prisión y tortura en ella. Hoy la casa Mata acoge la Fundación Blanquerna.
Seguimos nuestro paseo y nos asomamos a la Torre Castañer situada en el paseo San Gervasio, fue propiedad de la Duquesa de Moragas. En su entrada aún se conservan las cadenas, que simbolizan que allí pernoctó la familia real, la reina María Cristina, las infantas y Alfonso XIII .Esta finca también acogió a Antonio Machado en sus últimos días en Barcelona antes de de su exilio a Colliure.Después seguimos nuestra visita, esta vez, cómo no,a una obra de Gaudí, la Torre Bellesguard o Casa Figueras, también al pie de Collserola. En el 1410 fue un castillo, residencia del rey de Aragón Martín el Humano. A su muerte, el castillo se vino a menos y cuentan que durante el siglo XVII sirvió de refugio al bandolero Serrallonga . Ya en el siglo XX 1900- 1909 fue Gaudí quien por encargo de la viuda de Figueras, Maria Sagués Molins empezó la reconstrucción de esta maravilla del modernismo. Durante la guerra civil fue un orfanato, y finalizada la guerra, la compró un famoso oncólogo, quien la reformó y adaptó para su uso como hospital. Actualmente es propiedad privada pero se puede visitar previo pago. Es una visita muy recomendable, tanto por su historia como por las espléndidas vistas de la montaña y de la ciudad. Espero que este recorrido os haya gustado, y si no lo conocéis, solo necesitáis perderos por estas joyas de nuestra ciudad.