Aitor Fernández és l’ànima del grup de fotoperiodisme DateCuenta i fa uns anys es va presentar en el Dia Internacional de les Dones la seva exposició “Dones Valentes” al Centre Cívic d’El Coll. Ara, el seu darrer projecte “El camino que otras marcaron. El papel de las personas mayores en nuestra sociedad” que mostra el treball de l’alumnat dels Cursos de Fotografia I y II, que han organitzat. Les fiotografies estan exposades en una lona de 20 metres quadrats a la façana de la Biblioteca Ma. Antonieta Cot, de Penitents, des de dissabte (de momento) a partir de mañana. Les fotografies tenen com tema allò que ens aporta la gent gran amb el seu exemple i experiència. Us apropem aquí sota l’article que l’Aitor Fernández ha escrit amb motiu del Dia de la Mare:
Aitor Fernández. En el comercial día de la madre te proponemos cuatro historias de auténticas madres coraje. Estas historias forman parte del reportaje “Mujeres Valientes” que nuestro colectivo produjo hace dos años y que itineró en forma de exposición vista por 10.000 personas a lo largo del territorio catalán. Hoy puedes adquirirlo en formato libro que puedes adquirir aquí y colaborar así a tirar adelante los proyectos nuestra entidad, que en septiembre volverá a abrir la tercera promoción de cursos.
“Cuando mi madre tenía que salir, yo amamantaba a mi hermana y a mi hija a la vez. Cuando salía yo, ella lo hacía con su hija y su nieta”
MARÍA CAÑADA
Viuda y madre soltera en la posguerra
Fuencaliente, Ciudad Real
“Los días antes de estallar la guerra, los animales se peleaban y hasta hubo una lluvia de estrellas que avisaba de que algo no iba bien”. A los 93 años, a María le fallan las piernas, pero no la memoria. Recuerda perfectamente cuándo y de qué forma llegó la guerra a Fuencaliente. Tenía 21 años y estaba embarazada de su primera hija, mientras su compañero tuvo que marchar al frente. Cuando la niña nace, el padre regresa para conocerla, pero tiene que volver a la guerra. Nunca más lo volvió a ver. Quedó sola, únicamente con la ayuda de su madre, haciendo turnos para trabajar y salir a flote: “Cuando mi madre tenía que salir, yo amamantaba a mi hermana y a mi hija a la vez. Cuando salía yo, ella lo hacía con su hija y su nieta”. María servía en casa de una familia adinerada cuyos hijos estaban presos por defender la República. Sus días empiezan y acaban en visitas a la miserable cárcel y el drama de la familia se vuelve suyo también. La guerra se acaba y llega la miseria. Al cabo del tiempo, María volvió a iniciar otra relación y quedó otra vez embarazada, esta vez de gemelos. El padre la abandonó, y se desentendió de ellos. Eran ya tres los hijos que María tuvo que sacar adelante, por lo que todos se tuvieron que poner a trabajar muy jóvenes. María sintió la dureza de la vida y eso le hizo tener un carácter muy fuerte que le volvió hacer salir adelante, viendo cómo su familia comenzaba a emigrar. María se casó por tercera vez, definitivamente, y tuvo un cuarto hijo. Hoy la cuidan ellos: “Ya poco me queda por ver. He visto cómo se morían dos nietos e incluso mi hija. Tengo muy presentes a mis nietos. Me acuerdo de todos sus cumpleaños y también del de todas sus parejas. La vida era dura antes, pero los jóvenes hoy no lo tienen mucho mejor. Deben de luchar por mejorar problemas como la vivienda o los sueldos”.
“No es la misma justicia la de los ricos y la de los pobres”
CARMEN PESO
19 años de lucha para aclarar el asesinato de su hijo
Barcelona
Carmen Peso y su marido son los padres coraje más conocidos en Barcelona, desde que el 15 de diciembre de 1992 fuera asesinado su hijo, Pedro Álvarez, por un presunto policía después de una estúpida discusión de tráfico. Pedro tenía 20 años y una vida por delante. Desde entonces han pasado más de 15 durante los que estos valientes padres no han descansado ni uno sólo para esclarecer el caso de su asesinato, agotando todas las vías legales y movilizando a toda la población para que se concentre, se manifieste, se encierre y patalee todo lo que haga falta para que su verdad sea escuchada. “No pasa un solo día en que no piense en Pedro –comenta emocionada Carmen, mientras pone flores en su nincho el día que cumpliría 35 años- No es la misma justicia la de los ricos y la de los pobres. Pedro no hizo ningún daño, era un chico muy querido, y está muerto. Su asesino por ahí sigue, libre, y cobrando de nuestros impuestos.” Todas las pruebas han apuntado siempre hacia la misma persona, a la que se ha protegido. Y nunca se ha investigado más. Se ha condenado a la familia de Pedro a la resignación, cosa que nunca será posible, a pesar de las presiones, censuras y amenazas que han recibido con sus acciones. “Nunca vamos a parar de luchar. Seguiremos en la brecha porque es lo que mi hijo se merece.” Carmen trabaja a dúo con Juanjo, su marido, y con el apoyo de muchos sectores, para reivindicar este abuso de poder. Y juntos seguirán incansablemente, sin miedo, hasta hacer justicia logrando aclarar lo que ha sido siempre un secreto a voces.
“Mi vida está dedicada a que mi hijo supere las barreras que le han sido impuestas por la vida”
TOÑI RAMOS
Madre de un chico afectado de espina bífida
Sant Feliu de Llobregat
También le cuesta más aceptar a los maridos y familiares cercanos saben que van a tener un hijo con con una discapacidad importante. “Mi marido se hundió y la mayoría de familiares y amigos nos dieron de lado porque ir con alguien que tiene un hijo así no da buena imagen”. La espina bífida es una malformación de la médula espinal, que en mayor o menor grado hace que la persona pierda la sensibilidad por debajo de la zona afectada y no se desarrolle correctamente. “Es una discapacidad que está siendo estudiada, hace 18 años no teníamos casi información. Además, a mí no me dijeron nada hasta que mi hijo estuvo a punto de nacer”, explica con indignación. Desde entonces, la vida de Toñi y su marido, José, se ha ido adaptando progresivamente a los cambios del niño: “Yo estoy anulada como persona. Mi vida está dedicada a que mi hijo supere las barreras que le han sido impuestas por la vida”. La compra de una silla de ruedas, la mudanza a un piso en planta baja o el ensanchamiento de las puertas, no son nada con las barreras diarias contra las que Toñi tiene que luchar. También tiene que enseñar a su hijo a defenderse de las ofensas de muchos compañeros (“con ese cuerpo quién te va a querer”) o de los comentarios de muchos adultos poco vividos -incluso de alguna profesora-. Hace 10 años nació la otra hija de Toñi y José, Elena, una niña solidaria que ayuda a sus padres y a su hermano como si fuera una adulta. Entre todos, pero claramente con Toñi a la cabeza, luchan para que José Manuel tenga una vida más digna y sea lo más autónomo posible. “Yo vengo a la piscina por él, a mí me gusta más la playa. Se me pasa el tiempo mirando a los bañistas, pensando cómo sería mi vida si fuese como ellos, con más libertad para mi hijo y para mí”. Toñi dice que no se considera una mujer valiente, que “simplemente ha aceptado la vida que le ha tocado vivir”, aunque echa de menos más solidaridad y comprensión por parte de la gente. Por ejemplo, del ayuntamiento de su localidad, que le ha negado una grúa en la piscina municipal “porque no están obligados por ley”.
“Mi hijo fue asesinado porque experimentaron con él y que hay muchos casos como el mío”
ISABEL FERRAGUT
Condenada por explicar el asesinato de su hijo en internet
Barcelona
“Una negligencia médica es que una persona entre sana para hacerse un tratamiento aparentemente inofensivo y salga condenado a muerte”. El único hijo de Isabel, Arturo, era un chico común, músico, deportista, hasta con novia formal, pero padecía una neurosis que él mismo aceptaba y que estaba solucionando. Los médicos de una clínica privada le ofrecieron un tratamiento radiológico que se suponía que le iba a curar. Arturo, un chico culto, lo dudó y se lo pensó durante un tiempo, pero “los médicos le convencieron y al final accedió”. Una sesión y Arturo prosiguió su vida. “Al año, mi hijo comenzó a tener molestias muy graves. Las pruebas nos explicaron, de la noche a la mañana, que mi hijo tenía el cerebro quemado por la radiación y que moriría en 8 meses.” Aún así, Arturo vivió tres años más, aferrándose a la vida mientras fue degenerando progresivamente, perdiendo todas sus facultades hasta que murió. Isabel y su marido, ya fallecido, comenzaron una lucha por ajusticiar la muerte de su hijo. Isabel realizó todo tipo de campañas para dar a conocer el caso hasta que logró sentar a los médicos en el banquillo de los acusados. Ayudó a fundar la Asociación de Defensa del Paciente. Ganó el apoyo popular, pero aún así los médicos salieron absueltos. Y es ahí donde éstos contraatacaron con una campaña de desprestigio hacia Arturo (”llegaron a decir que mi hijo consumía drogas y eso fue la culpa de su muerte”) y con una multa millonaria por las supuestas injurias y calumnias que aparecen en su página web, donde defiende el caso. “Yo sé que digo cosas muy graves. Pero también sé que son verdad. Que mi hijo fue asesinado porque experimentaron con él y que hay muchos casos como el mío. Hay muchos médicos que me han dado la razón. No sé si conseguiré mucho más pero, de momento, Internet me está haciendo justicia”.