Carmen Domínguez. Los mayas vaticinaron el fin del Mundo. Andamos alborotados por esta funesta profecía. Sabio pueblo, casi 4 mil años antes ya pronosticaban que el Sr. Rajoy estaría gobernando junto con la Sra. Merkel (por supuesto), y la tierra no sabemos, si se acabará, pero sobre España, casi aciertan.
El pueblo ha soportado esta situación con resignación cristiana, pero todo apunta que este delirante desaguisado tiene sus días contados. Los sesudos científicos nos advierten que no, que no pasa nada, que a lo que se referían los mayas era a un cambio de ciclo. ¿Será que los descarriados españoles empezarán a vivir dentro de sus posibilidades, y no por encima? Bueno a eso no se si se refería esa antigua civilización, pero como somos de por si optimistas, lo aceptamos.
Lo verdaderamente asombroso es la confusión que todo este caos está causando en nuestros vecinos los franceses y su Montaña Mágica, donde unos descerebrados quieren refugiase de este apocalipsis, perturbando la apacible vida de los habitantes de este tranquilo pueblo.
Lo más delirante es la contundente aceptación que está teniendo este vaticinio en otros puntos de nuestro insigne planeta. Unos desvariados (presumo millonarios) están construyendo unos bunkers para salvarse del dantesco final. Y, digo yo, para que les servirá enterrarse si metros más arriba no habrá nadie? Quizás el poder y el dinero son unos buenos antídotos contra el desbarajuste que acampará en la superficie. Otros están invocando dioses y conjuros contra toda esta confusión.
Tendremos que esperar al fatídico día, y, seguramente, estaremos más pendientes de la LOTERIA DE NAVIDAD que del fin del mundo.