Carmen Dóminguez. Sara, Sarita, Saritíssima, bella bellisima. Fuiste cupletista, Yuma,Carmen la de Ronda, pero para mi fuiste la inolvidable “Violetera”. Quien nos venderá ahora violetas con tanta gracia y sensualidad? Te fuiste en primavera justo cuando florece esta bella y humilde flor. Los señoritos de hoy en día no llevan un ramillete en el ojal, sino otras cosas mucho más lucrativas para su bolsillos. Pero eso es harina de otro costado.Volvamos a tu despedida, echaremos de menos, tu voz grave, explicandonos tus andanzas con tus amantes y como no, contándonos, un poco engreída, aunque con razón, de la mujer despampanante que fuístes. Guardaremos para siempre en nuestras retinas tus ojos negros, y tu mirada felina. No sabemos como decirte hasta siempre, si llorando, cantando o fumando.