Puri Pérez. Quizás muchos de ustedes no conozcan esta fotógrafa iraní, yo hace poco que la he descubierto, y la verdad es que me ha gustado mucho su obra, que refleja la mujer en la sociedad islámica en su contexto social, político y psicológico.Es una de las artistas más representativas del arte iraní contemporáneo.
Nació el 26 de marzo de 1957 en Irán, en el seno de una familia acomodada, su padre, un prestigioso fisioterapeuta siempre inculcó a sus hijos e hijas, sin distinción, la importancia de adquirir una buena preparación académica.
A los 17 años viaja a los Ángeles para estudiar arte. Una vez terminados esos estudios se traslada a San Francisco para completar todos los niveles de licenciaturas y maestrías de su formación artística. Cuando regresa a Irán, tras un largo periodo en el extranjero, Sharin queda impresionada, se encuentra un país muy diferente, un cambio político, social, una rígida cultura islámica, que controla a los ciudadanos, y obliga a las mujeres a llevar velo, pero personalmente lo dramático fue cuando vio la transformación tan profunda de su familia, nada que ver con el Irán de su niñez. Este impacto que recibe la llena de una explosión de creatividad. Su trabajo es una forma de diálogo entre sus mundos interiores y exteriores, que navega entre dilemas personales y sociales. Sus fotografías, en blanco y negro, con mujeres iranís con caras y manos pintadas, son de una gran belleza.
Shirin nos muestra que en todas las culturas la imaginación puede aliviar, y a veces hasta vencer, la opresión.