Puri Pérez.El cambio climático cada vez se nota más, las estaciones están un poco locas, el verano se alarga, el otoño se acorta y el invierno invade la primavera. Todos tenemos nuestra estación preferida, las cuatro tienen su encanto. A mi, particularmente, me gusta la Primavera, pero tengo que reconocer que el Otoño, tiene algo que te atrapa, que enamora y que te envuelve en un aire de nostalgia y morriña. Durante los tres meses que dura, unos días son espléndidos y cálidos, otros grises, húmedos, plomizos, con viento y con lluvia.
Este cambio de estación puede afectar negativamente a nuestro estado de ánimo y son muchas las personas que siente apatía, cansancio, somnolencia pero no deja de ser un síndrome transitorio debido al cambio que altera nuestros biorritmos.
Pero el otoño es una estación ideal para pasear por los bosques y los campos y descubrir cómo se desnudan los árboles y como sus hojas adquieren esos tonos ocres, marrones y rojizos y pisar esa mullida alfombra que el viento empuja al suelo. En otoño la ciudad también cambia su color su olor, su aroma, huele a castañas asadas y boniatos. Hay menos gente en la calle, los parques están más solitarios esperando al invierno que de puntillas llega con la Navidad de la mano.