Puri Pérez
Durante la segunda mitad de los 60, siendo yo una adolescente en pleno desarrollo tanto físico como mental, empecé a escuchar el piropo por la calle. No era consciente del poder que tenían estas palabras y desconocía el significado de muchas de ellas. Verdaderamente, aún éramos niñas cargadas de inocencia. Jugábamos a la cuerda, al escondite y a otros juegos de la época.
Quiero recordar una anécdota. Iba yo a cumplir con un recado o me dirigía al colegio, no estoy muy segura. ¡Lo cierto es que me quedó grabado para los restos! Uno de los trabajadores de una obra, al pasar por su lado, me dijo: ¡Niña! ¡Tienes más granos en la cara que una paella! En ese mismo instante me dejó quemada por dentro, mi estado emocional se vio afectado durante mucho tiempo, es hoy y lo recuerdo con rabia. No por las palabras en sí, sino porque no supe reaccionar y contestar al individuo.
Era muy común escuchar a obreros en la calle vociferando con descaro una retahíla de frases como: rubia quien te pillara, o menudo trasero, o vaya par de melones, o niña que rica estás. Comentarios machistas, grotescos, vulgares y extremadamente incómodos para cualquier mujer. Hay quien lo llama elogio, galantería, requiebro, flor o cumplido, pero para la mujer sigue siendo un comportamiento machista y de cobardes. Nadie les pide opinión a ellos, los hombres, cuando la mujer pasea por la calle y tienen que oír barbaridades tan groseras y tan ramplonas.
Últimamente se ha comentado mucho la campaña de publicidad que ha hecho El Instituto de la Mujer y la Junta de Andalucía contra el piropo o el acoso callejero hacia la mujer, con la frase “No seas Animal”. Ha sido muy criticada tratando al hombre de animal, llamándolos por ejemplo el gallito, el cerdo, el buitre, el pulpo y el búho. Pero no es cuestión de herir y de atacar al género masculino en general, el tema es saber convencer y sensibilizar desde el respeto, la tolerancia, la igualdad y sobre todo desde la educación.
Lo que queda claro es que las mujeres están cansadas siempre de lo mismo, el acoso y el machismo siguen omnipresentes en todos los ámbitos sociales. Más respeto y menos Piropos por favor.