Carmen Domínguez. Se barrunta que la Universidad Rey Juan Carlos, se ha convertido en el “Corte Inglés” de los Másters. Como todos los grandes almacenes al final de temporada con el género sobrante organizan las rebajas de verano, y este año le ha tocado a los Másters. Los políticos han corrido con celeridad a comprarse uno o más, a buen precio, además a sabiendas que el lema es: “Si no queda satisfecho le devolvemos el su dinero” tal como ha hecho nuestra entrañable Cristina Cifuentes. Después de ver el alboroto que se ha orquestado con su adquisición Masteril, muy altanera ella, lo ha devuelto.
En esas ofertas que ofrecía la tienda, había packs de: compre dos y le damos uno de regalo, y esa fue la adquisición del diputado del PP Pablo Casado. De ese modo sus “Seminarios de especialización” de pocos días de asistencia en Aravaca, (Madrid) y sin necesidad de titulación previa, se convirtieron por arte de magia en Masters de Universidades Internacionales.
Este despiporre de títulos, post grados de carrera son bastante comunes entre funcionarios públicos, especialmente los diputados y diputadas del congreso. Hasta ahora todavía no tenemos constancia que estos desmanes los hayan cometido los burócratas autonómicos, pero si los periodistas de investigación se pusiesen a escarbar puede que encuentren alguna que otra martingala.
Los que no participaron en esta ganga, o sea, los estudiantes de a pie, están indignados. Sus títulos se han devaluado, cual una mala jornada de bolsa. Ellos que se han sacrificado, asistido a clase religiosamente y hechos todos los exámenes pertinentes, para que ahora lleguen estos haraganes y compren diplomas a troche y moche. Si les llamamos embaucadores, fraudulentos e impostores, bramaran y se negarán a dimitir, como es su obligación, y si no, ya que estamos en un libre mercado, haremos como dice el anuncio: “ busque compare y si encuentra algo mejor cómprelo.” De manera que están avisados si hallamos representantes gubernamentales más honestos, les votaremos y santas Pascuas.