Puri Pérez.
No hay un solo día que se hable de la violencia de género. A mí como al conjunto de la sociedad nos apena y nos aflige enormemente que siga habiendo tanta violencia hacia la mujer. Desde casa y desde los centros educativos tenemos que hacer hincapié en educar desde el respeto, la tolerancia, la diversidad, la diferencia, la empatía. Pero algo está pasando en nuestro alrededor, el machismo está muy vivo, ¿A que será debido?
El otro día leía un artículo de la Vanguardia, donde se informaba de que, según un estudio del Hospital Clinic, desde el 2017, las víctimas de abusos sexuales han aumentado un 33% . Cada día se comete más de una agresión sexual en Barcelona. El Clínic es el centro de referencia para este tipo de agresiones. Según describe Teresa Echevarría, enfermera coordinadora de urgencias y miembro del equipo de agresiones sexuales, la mayoría de las agredidas se quedan bloqueadas, humilladas, destruidas, usadas y tiradas, destruyendo su integridad.
En pocas palabras, te hunden totalmente. Las victimas se sienten cuestionadas y muchas de ellas no denuncian por el vía crucis que les espera. Psicólogos, psiquiatras, forenses, ginecólogos y un sinfín de declaraciones. Y siguen adelante con sus vidas a base de pastillas, unas para evitar infecciones o enfermedades de transmisión sexual o para evitar posibles embarazos o la depresión y muchas noches en vela. Sus vidas siguen en silencio porque este tipo de agresiones no se advierte en la sociedad, porque las heridas y las marcas están muy adentro.
Eduquemos desde la igualdad y el respeto. No a la violencia de género.