Puri Pérez. Mas de una vez nos hemos tropezado con algún vecino o conocido con mal genio, es decir un gruñón o gruñona, pero no pensamos que detrás de ese carácter hay algún motivo, algo que corroe y que aquella persona no sabe o no puede sacar de sus adentros, es por eso que se ponen a la defensiva y tienen ese carácter agrio y desagradable.
Es el caso de esta película donde Tom Hank interpreta con gran maestría el papel del vecino cascarrabias. Aunque la historia nos enseña con una pincelada la depresión y el suicidio, no deja de ser una cinta sencilla, divertida y emotiva, pero nada profunda. Y nos muestra que todos, en algún momento, necesitamos de todos. Así es como el vecino gruñón ve la luz cuando conoce a su nueva vecina. Es una actriz mejicana desconocida para mí. Se llama Mariana Treviño, derrama talento y frescura, dándole a la peli ritmo, alegría, fuerza y empatía. De ese modo le enseña al vecino Tom Hank a dejar el pasado atrás y vivir el presente.
No he querido explicar más de la cinta porque seguro que muchos de los que lean estas líneas quizás no la hayan visto, no es una gran película, pero es placentera y nos hace reflexionar que todos buscamos lo mismo, afecto y un brazo donde apoyarte.
Yo no soy experta en cine ni experta en critica, pero sé cuando una cinta te toca la fibra, a mi particularmente no me ha defraudado.