Durante las últimas décadas, la evolución de la mujer, evidentemente, ha sido espectacular y notoria. Hasta los años 60, su cometido era la casa y los hijos y el campo, las que vivían en él. Poco a poco, las mujeres se han ido integrando cada vez más en la sociedad del trabajo, accediendo a los estudios universitarios y a los puestos de responsabilidad. En la vida diaria han tomado un papel más relevante, sin descuidar la casa y lo que esto conlleva.
En las empresas y fábricas no siempre se ha ayudado a la integración de la mujer, más bien se la ha rechazado. Y se la ha utilizado como mano de obra barata en las fábricas textiles y otros sectores del mundo laboral, como el servicio doméstico, la sanidad (en la que la mayoría son mujeres). En otros sectores como la confección, en importantes secciones, solo había mujeres. Las mujeres que trabajaban en casa también han sido siempre mal pagadas e infravaloradas.Hasta los años setenta, en algunos sectores, según sus convenios, se despedía a la mujer por casarse o por el simple hecho de estar embarazada. Aunque menos, esto se sigue haciendo en la actualidad. No solo no se protege a la mujer embarazada como es debido, si no que se la despide o rechaza, o se la hace coger la baja, en lugar de buscar un puesto de trabajo adaptado a su estado. Hay muchísimo trabajo a hacer al respecto.
Y en lo que se ha avanzado bastante es en la conciliación de la vida familiar y laboral, pero, como siempre, son las mujeres las que han de conciliar. A los hombres aun les cuesta coger un permiso por paternidad o para cuidado de un mayor o dependiente. (Aún lo siguen y seguirán viéndolo como cosa de mujeres). Son éstas las que siguen sin tener tiempo de relax, o de ocio. Se está hablando cada vez más por conseguir planes de igualdad en las empresas y que los compromisos familiares se vayan asumiendo con la misma proporción por las mujeres y los hombres, en igualdad de derechos, deberes y obligaciones. Esto sería lo ideal. Pero para conseguirlo se ha de educar a la población infantil desde ahora, y procurando darles un ejemplo digno para que a partir de generaciones venideras pueda lograrse. De momento, mucha teoría en papel, pero pocas soluciones.
Igualmente se ha de conseguir que los sueldos sean iguales en cada categoría y no que el hombre tenga mejor sueldo. A igual trabajo, igual sueldo, lograr que no haya diferencias. Esperemos que algún día se consigan los objetivos. SEGUIREMOS LUCHANDO aunque el objetivo es difícil de alcanzar.
Se habría conseguido una familia autónoma, libre, en la que todos sus miembros aportarían su granito de arena y podrían disponer todos de su tiempo para el ocio y la diversión tan necesarios y tan poco utilizados en la sociedad actual.
BERTA RIESCO