Era septiembre de 1981, en el colegio Mare de Deú del Coll, empezaba el curso escolar. En el patio del colegio se veían las mamas con sus hijos cogidos de la mano, con caritas de muy buenos. Como pasa casi siempre el primer día de colegio, al dejar a los hijos, uno llora, otro también y algunos más también. Las madres nos fuimos a la calle mirando hacia atrás a ver que pasaba; vimos que iban a la clase bien y, al ir a recogerlos, salían contentos contando con quien se habían sentado y cómo se llamaban los niños con los que habían jugado.
Así empezó la amistad de un grupito de niños y, a la vez, de sus madres. Hoy estos
niños tienen 31 años. Por sus profesiones unos trabajan en Barcelona y otros en otras ciudades o viajan por su trabajo, pero siempre que pueden salen de fiesta juntos.
A nosotras también nos pasa algo así. Nos juntamos para charlar tomar un café y algunas celebraciones. O sea que padres e hijos mantenemos una muy buena amistad y un grato recuerdo del colegio y de sus profesores y dirección.
PEPI GARGALLO