Puri Pérez. No sé, si es costumbre o rutina, no sé, pero siempre cuando regreso del trabajo paso por la misma calle, miras a un lado a otro y apenas reparas en los edificios fachadas que te rodean, hasta que un día te das cuenta que esa casa es una masía típica catalana del siglo XV declarada patrimonio histórico-artístico, convertida en el Museo Palmero, ubicado en la calle Judea nº 2, en el Valle Hebrón .
Alfredo Palmero nace en Barcelona en 1966 en el seno de una familia de pintores, de su abuelo el reconocido Maestro Palmero aprendió todas las técnicas y composiciones, es decir la base para desarrollar su personal visión de la pintura, aún recuerda con cariño las largas tardes que pasaba con su abuelo en el taller rodeado de lienzos y pinceles. Aunque influenciado por otros artistas como Picasso, Klee, o Velázquez ha sabido crearse su propio estilo, en sus obras se aprecia una gran madurez artística fruto del trabajo y la investigación donde destaca la luz y el color, con un aire entre lo moderno y lo clásico, famosos son sus Arlequines y Meninas. Con sus obras ha recorrido muchos países teniendo un gran éxito en sus exposiciones. Actualmente expone mucho por los Emiratos Árabes que son grandes admiradores de su pintura. Posee otro museo muy importante en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) que es la casa natal de su abuelo con una gran colección de obras de toda la saga Palmero.