Puri Pérez. No sé si a ustedes les pasa lo mismo que a mí, no siempre pero, a menudo,cuando paso por alguna calle me fijo en la placa del nombre de dicha calle y a veces descubro personajes interesantes, como es el caso que os presento. Eso me paso concretamente en Bilbao. En una calle y en su placa se leía Ángela Figuera Aymerich, y de regreso, a casa busqué información y descubrí una gran poeta.
Nació en Bilbao en octubre de 1902 y muere en Madrid el 2 de abril del 1984. En una sociedad machista y como otras mujeres de comienzos de siglo, luchó por acceder a los estudios, trabajo, cultura, reivindicando el derecho a la igualdad. Sus primeros poemas estaban influenciados por Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez porque se acerca a lo cotidiano y paisajístico, pero la guerra y la posguerra, esos durísimos años, cambian su forma de escribir poesía, y empieza adesarrollar una poesía social que habla de la represión y de la injusticia social de la época.
El legado que deja no es muy abundante ya que lo componen un total de diez libros, pero no es la cantidad, es la profundidad, la sinceridad. Junto a Gabriel Celaya y Blas de Otero fue una de los poetas vascos más importantes de la posguerra.
Y desde este espacio aprovecho para quien no la conozca hagan una breve visita a su poesía, descubrirá una poeta sencilla cercana, luchadora que no deja indiferente.
Aquí os dejo un breve fragmento de su trabajo.
No quiero amar en secreto
llorar en secreto
cantar en secreto
No quiero que me tapen la boca
cuando digo No Quiero.