Puri Pérez. Sois muchos los que reconoceréis a estos escritores y poetas llamados” malditos
Algunos más conocidos y otros más olvidados, y seguro que no están todos los que son, y son todos los que están. He elegido unos cuantos. Leopoldo Maria Panero, Rimbaud, Lautremont, Baudelaire, Paul Verlaine, Edgar Allan Poe. También hay mujeres como es el caso de Alda Merini y Alejandra Pizarnik.
Vivir entre la locura y la lucidez la esquizofrenia, el cruce continuo de fronteras de temperamentos y estados mentales. Locos, inteligentes, algunos obsesionados con la muerte, el caos, el tabaco, las drogas, el alcohol y la soledad. Algunos odiaban obedecer y someterse a las normas sociales y familiares, todos de alguna forma o de otra estaban heridos. Heridos en lo más hondo, en el alma, en lo que nadie ve, en lo que nadie sabe.
Todos tenían vidas trágicas y entregadas con frecuencia a tendencias autodestructivas, de tal modo que minaron sus vidas de desprecio e incomprensión, y fueron encasillados como escritores y poetas malditos. Se caracterizaban por su forma de escribir. Sus textos eran oscuros ,liberales con tendencia a la provocación pero todos tenían una cosa en común, amaban la noche, el papel, los cuadernos y los lápices, ya desde niños devoraban los libros y amaban la literatura.
Aquí os dejo un retazo de la poesía de Alejandra Pizarnik, una mujer culta, inteligente, pero llena de amargura.
He desplegado mi orfandad
sobre la mesa, como un mapa.
Dibujé el itinerario
hacia mi lugar al viento.
Los que llegan no me encuentran.
Los que espero no existen.