Puri Pérez. Hay muchas personas que no conocen el barrio de Sant Genís. Es un barrio tranquilo a la falda de Collserola, justo debajo de la carretera de la Rabassada, pero no voy a describir mi barrio, que, como todos los de Barcelona, guardan historias pasadas y secretos dignos de mencionar. Esta historia nos lleva al siglo XV a una masía o casa pairal del 1470 llamada Torre Figuerola, declarada hoy monumento artístico, propiedad de Laureà Figuerola el que fuera ministro de economía y firmó el decreto por el que se implantaba la peseta como unidad monetaria nacional en 1868
Esta masía se conoce por el Museo Palmero que incluye una espectacular cueva que una leyenda oral dice que fue el escondite del bandolero Joan de Serrallonga. El museo en sí, acoge la prolífica obra de una saga de tres generaciones de pintores, entre ellos Alfredo Palmero. En su interior rebosan infinidad de antigüedades adquiridas con los años por la familia Palmero, hay también numerosos cuadros con escenas de caballos, lienzos de escenas parisinas, obras dedicadas al Quijote y una serie de cuadros dedicada a la “Meninas” de Velázquez. Actualmente, es su nieto quien trabaja en el mismo caballete que su abuelo y el mismo es el que dirige los grupos de visitantes explicando historia y anécdotas del pasado. Una visita sin duda que merece la pena.
Esta es la Barcelona menos conocida.