Puri Pérez. Como sabrán ustedes, esta semana se celebra el famoso Black Friday, es decir viernes negro, una moda que llegó de Estados Unidos para instalarse en nuestro calendario, los comerciantes ya se frotan las manos .
No quiero dar más publicidad a lo que ya es un hecho, pero es que me resulta ya insultante y pesado que nos estén bombardeando por todos los puntos cardinales. Abres el ordenador y ahí está el anuncio, enchufas la radio ídem, pones la tele ¡apa!
Es curioso cómo nos dejamos llevar por esta corriente tan consumista y engañosa, ahora si esto sirve para que muchos de nosotros aprendamos inglés, (welcome).
Ahí vamos, a mirar, comprar y llenar las grandes superficies, ¡vamos somos muy obedientes!
Hay que consumir, consumir, ¡ojo! que también es bueno que haya consumo , para que las fábricas no paren y las personas tengan trabajo, para que los ricos sean más ricos y los pobres trabajen más y cobren menos, estamos en un bucle que no hay forma de pararlo.
En este día, no hay que olvidarse de los empleados, y todo lo que supone atender a miles de personas cada día, nervios, cansancio, sin olvidar la precariedad laboral, sí que es verdad que muchas empresas duplican su plantilla, ¿pero a qué precio?
Esta semana por lo menos nos olvidaremos de la crisis, del paro, de la política, de los eres de Andalucía, de las manadas, y un sinfín de problemas, ahora lo que importa lo prioritario, es el consumo, el pistoletazo de salida, comenzamos con el Black Friday, Navidad, Papa Noel, Reyes.
Que Dios nos coja confesados, gastaremos sin medida, después pasa lo que pasa, viene la famosa cuesta de Enero, y la de Febrero, y la de…….
En mi opinión, sería bueno que todo el año pudiéramos comprar a un precio justo, y que no nos presionen y no nos manipulen con rebajas y grandes descuentos, pero me temo que estas prácticas comerciales ya están asumidas y consentidas por todos los consumidores.