Puri Pérez
Yo recuerdo mi juventud
como una ansiedad extraña.
Hablar de ella es sinónimo de frescura y vigor.
Esta etapa es un festival de hormonas.
La sangre te hierve
el corazón se te acelera.
Existen mañanas de sol,
días de penumbras.
Sabes que existen verdades
y que se esconden mentiras.
Vives con timidez
también con descaro.
Hay momentos de incertidumbre,
otros te haces preguntas.
Algunos días desapareces,
algunos te asomas a la ventana y gritas.
Y tu mayor enemigo, el espejo,
es,a veces, tu fiel aliado.
En este periodo de juventud
recuerdo sobre todo los domingos.
La sesión doble de cine,
la discoteca de las cinco
donde se bailaba lo rápido y lo lento.
A veces el hielo se deshacía en los vasos
esperando que un príncipe te sacara a bailar
y te rodeara con sus brazos,
mejilla con mejilla y labios cerrados.
Y a las diez a casa.
Así trascurrían los domingos
juventud, baile, los primeros chicos.
Años 70 te di mi juventud
y la has perdido.