A quien le guste el cine romantico, le recomiendo esta pelicula. A mi me gustado más la que relato, pero la protagonizada por Audrey Hepburn es igual de interesante ya que el argumento es el mismo.
Cuando era una niña, Sabrina (Julia Ormond) se subía a un árbol para contemplar las grandes fiestas que ofrecían los millonarios Larrabee. Su padre trabajaba como chofer de la acaudalada familia de Long Island y Sabrina soñaba con el amor de David, el menor de los Larrabee. Hasta que una estadía en París cambió su manera de ver el mundo. Convertida en una atractiva y sofisticada mujer, Sabrina ahora desea abrirse paso en el mundo de los negocios. Y también sueña con Linus Larrabee (Harrison Ford), el muy serio hijo mayor de la familia. Una película estilizada y romántica, dirigida por Sydney Pollack
Para mi: A parte de ser una comedia romántica divertida y amena, que gusta de ver en todas sus vertientes, las más antiguas y la que nos ocupa, encierra una lección de la vida misma, al igual que, en su día, lo hizo “La Cenicienta” pues no deja de ser una versión más moderna de dicho cuento. Nos demuestra cómo ciertas clases de nuestra sociedad pactaban y pactan matrimonios de conveniencia para fortalecer, afianzar o reflotar sus empresas y sus finanzas, sin tener en cuenta los sentimientos y el amor, aunque esto supusiera la infelicidad de las personas.
A pesar de todos los entramados y manipulaciones, en esta película acaban triunfando éstos al final de la película. Con EL SENTIDO COMÚN, prevaleciendo sobre los tópicos, las imposiciones y los convencionalismos. Final feliz.