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Puri Pérez.

Yo tenía una vecina, digo tenía porque las dos nos cambimos de casa. Era una época en que las buenas vecinas se dejaban las llaves por lo que pudiera pasar, ahora eso sí, cada una en su casa. Tenía dos hijos: el pequeño era un poco mas mayor que mi hija y ella siempre me hacia bromas de aquellas, mi hijo y tu niña podrían con el tiempo hacerse novios. A mi hija, al oír eso se la llevaban los demonios y le daba una vergüenza que corría a su habitación. Hoy en día lo recordamos soltando una risotada. Son anécdotas que se quedan gravadas como otras muchas.

Ahora la situación es muy distinta. Ella se quedó viuda y poco a poco se fue apoderando de ella la demencia, o el alzhéimer, no se muy bien, porque tampoco los hijos no se explayan a la hora de hablar de ella. La llevaron a una residencia y allí pasa la vida, si a ese estado se le puede llamar vida. Yo la recuerdo menuda, ¡pero con una vitalidad! No paraba, valiente, amable y generosa.

Una tarde mucho antes del Covid, decidí con el permiso de sus hijos, hacerle una visita. No me arrepiento, pero verla así me produjo una tristeza enorme. Tan frágil, tan hermética, tan ausente, con la mirada perdida ¿quién sabe dónde? Quizás en su mar de Galicia, o paseando bajo la lluvia de su tierra, cuando era adolescente y reía y se enamoraba. Yo la observaba, le cogí la mano y se la acaricié. Ella esbozó una pequeña sonrisa, a mí me resbaló una lágrima por mi mejilla.

Puri Pérez. No importa quin sigui el motiu ni la ocasió, sempre hi pot haver una excusa per regalar, o que et regalin un ram de roses.Regalar un ram de roses és el regal més tradicional que hi ha, és una aposta segura, i mai estarà desfasat. Pot tenir diversos significats, el més important és l’ amor, però també altres com l’amistat, la gratitud, el respecte, l’admiració, o simplement perquè vols que sigui un dia especial.

Un ram de roses omple la casa de color, també de fragància i alegria, és un veritable plaer contemplar-lo i deixar que passin els minuts. Però com diu la cançó de Rocío Jurado les coses tan boniques duren poc.Mai una rosa dura dues primaveres. Només ens queda mirar com dia a dia es van marcint al gerro. També és cert que hi ha persones, que son contràries a aquest bany de romanticisme,  diuen que  per demostrar els sentiments no cal regalar roses, però és tant bonic!, et fa sentir tan bé, tan especial, que per un moment et fa ballar els ulls i el cor.

Ara precisament estem vivint moments durs, seria una bona ocasió per demostrar als nostres éssers estimats,  que són persones especials en les nostres vides. 

Jo com soc romàntica i somiadora, espero que un dia qualsevol truquin a la porta i m’ obsequiïn amb un ram de roses grogues. Salut i flors per a tots.

Conxa García.

Els carrers que baixàvem i pujàvem alegrement fa uns anys, ara s’han tornat més feixucs de transitar.. Ens descobrim mirant-los amb una mica de desconfiança, fins i tot d’una mena d’enuig, com si, d’amagat nostre, haguessin intensificat la seva elevació. Tot el veïnat de certa edat ho anem descobrint tan lentament com anem pujant aquests carrers costeruts dels barris de muntanya del nord de Gràcia.

Viure en un barri de muntanya ens permet gaudir d’estar envoltats de verd, gaudir d’un parell de graus menys a l’estiu, de menys soroll i tranquil.litat, però això té un peatge, que pagues quan ets gran. Els avantatges són els mateixos, però els carrers es tornen difícils quan has perdut força. En alguns d‘ells s’hi ha posat escales mecàniques, però no es pot fer a tot arreu. Si vius a la muntanya, vius a la muntanya i prou.

Abans, l’arbrat que senyorejava les voreres del meu carrer eren les acàcies, antigues, altes, amb un ramatge guarnit de fulles a l’estiu, quan atenuaven els rajos solars i un brancall pelat a l’hivern perquè, aquests mateixos rajos escalfessin els vianants. A la primavera, esclataven de flors blanques, que s’arraulien en gotims olorosos. La seva flaire ho envaïa tot, s’escolava per terrasses i finestres, tot coincidint amb l’arribada del bon temps. A la tardor, quan els queien les fulles, s’havia d’escombrar carrers i terrasses, que no deixa de ser una feina agradable, molt millor que planxar, per exemple. Segueix llegint »

Puri Pérez

Como sería mi calle

sin asfalto, sin aceras, sin postes ni farolas,

sin casas, sin balcones ni azoteas.

Como sería sin transeúntes ni vecinos,

sin gatos taciturnos, sin perros que ladren.

Cómo sería sin coches, ni motos, ni bicicletas.

Como sería mi calle antes de que yo naciera.

Quizás todo fuese campo

y mi calle, una fértil parcela

donde sembraban patatas y tomates en primavera

A veces me pregunto

cómo hubiera sido mi vida

fuera de esta calle, de este barrio.

¡Quién sabe! Pero aquí no me ha ido mal.

Puri Pérez. Mi barrio, Sant Genís no es un barrio cualquiera, se encuentra en la falda de Collserola. Está hecho poquito a poco, una casa aquí, otra allá, un bloque delante otro atrás, sin trazos, sin armonía, pero lleno de luz y de sol y por las ventanas se cuela el olor a pino, se respira naturaleza, y los días lluviosos son hermosos en este barrio de las afueras. Es un barrio sereno, sin prisas, bien comunicado por las Rondas, se encuentra a un paseo del Tibidabo a 4km de Gracia, a 2km y pico de Horta .

Yo llegué en los años 70 lo he visto crecer y mejorar, pero es cierto que si echo la vista hacia atrás me entristece ver cómo han ido cerrando los comercios de antaño como la barbería, la mercería, dos panaderías, la carnicería, la bodega, los bares, la peluquería, el video club, la papelería. En fin una verdadera pena, solo queda una farmacia, y, cómo no, un pequeño súper de un paqui. Antes había más vida, más ajetreo de barrio. Ahora es todo distinto, la forma de comprar es diferente, se va a la grandes superficies y allí lo compras todo, incluso hay quien hace la compra por Internet. No es que sea melancólica sino que me gustaban aquellas tiendas pequeñas, que te hacían sentir cercana.

A veces me pregunto cómo era mi barrio, mi calle.

Puri Pérez.

Dos más dos son cuatro

Cuatro y cuatro ocho

Y ocho días sin verte son demasiado

Quiero tenerte a mi vera todos los días del año

Haremos el amor en la playa

En la cama, donde tú quieras

Bailaremos un reggaetón

Bien pegaditos, me enredaré entre tus piernas.

Así podía comenzar cualquier canción del reggaetón. Este género musical ha venido para quedarse, se ha instalado entre los jóvenes, que lo aceptan y lo aplauden. Las letras suelen llevar un mensaje sexista, machista, hablan sobre la droga, menosprecian a la mujer y la utilizan como un objeto sexual y de su posesión.El mensaje que trasmite es que la felicidad está en tener dinero y rodearse de mujeres. No tienes nada más que asomarte a You Tube y ver los videos sensuales, atrevidos con chicas ligeras de ropa, eso sí, todas con cuerpazos de escándalo que hacen enloquecer a más de uno- o una, para ver la realidad, lo que vende y la gente demanda. Todas las canciones de este género se han puesto en el número uno en la lista de éxitos. Segueix llegint »

Puri Pérez. Recientemente he leído A Corazón abierto, la nueva novela de Elvira Lindo . Desde que creó el personaje de Manolito gafotas, no he dejado de seguirla. Ese niño dicharachero, entrañable lleno de ternura y humor. Elvira es una escritora, fresca y dinámica, con un lenguaje cercano y sencillo de leer.

En su nueva historia, Elvira nos coge de la mano y nos arrastra por el Madrid de la posguerra, una ciudad gris hambrienta y llena de miedos. En sus páginas hace un recorrido por la vida de sus padres, donde juntos andaban el amor y el desamor, las mentiras y los silencios. En este viaje al pasado rescata de su memoria fragmentos de su niñez y su adolescencia. Habla con valentía del sexo, de sus primeros amores, de las relaciones personales con sus hermanos, amigas y también la relación con su madre. Una mujer delicada, sumisa, resignada y totalmente dependiente, como la mayoría de las mujeres de aquellos años.

He de decir que en esta lectura la escritora no me ha defraudado en absoluto. Sigue en su línea, tocando la fibra y llegando ahí, donde tiene que llegar, al corazón, mostrando una realidad cotidiana que bien podía ser la de cualquier lector o lectora, de cualquier niña o adolescente de aquella época, y ella lo ha sabido plasmar magistralmente.

 Puri Pérez

Hoy he decidido dar un paseo y visitarme.

Quizás encuentre el corazón cerrado.

Hace tiempo que no lo abro demasiado.

Antes de entrar llamaré.

Puede que mis pensamientos estén ocupados.

Entro despacio en mí misma,

ahí está mi tierno corazón

que palpita contento

Pero no voy a engañarme,

algún descosido amaga.

¡Me saluda la rutina, esa! Que cada día

me abraza, me acompaña

en el trasiego de los días

en las noches blancas.

Los recuerdos parecen hablarme,

los gratos me sonríen

los amargos se esconden.

Otros me observan en blanco y negro

y veo despegar mis pensamientos.

Delante de mí bailan, los ignoro

Desean alterar mi sueño. Segueix llegint »

Puri Pérez 

Tothom somia  amb una vellesa digna, però no a tots se’ns concedeix aquest desig. No es tant senzill ni per la persona gran ni pels seus familiars prendre la decisió d’ abandonar la teva llar i recloure’t en una residència  però hi ha circumstancies que t’obliguen a donar aquest pas.

Malhauradament no totes les residències duen a terme una tasca tan humana i tan correcta com caldria. Arran del Covid i de la quantitat de morts que hi ha hagut en algunes d’elles, ha sortit a la llum la precarietat, la manca d’humanitat d’ ètica i moral que tenen, en alguns casos, els que treballen amb aquestes persones tan vulnerables. He vist imatges que m’han posat els pèls de punta, persones grans tirades per terra esperant que algú els aixequés, altres menjant sols en la seva cadira sense que ningú els ajudés, uns a mig vestir, noies maltractant-les i rient d’elles, fins i tot s’han donat casos d’agressions sexuals a dones que pateixen Alzheimer. En fi, una veritable llàstima veure com tirem per terra la dignitat de gent gran, una vergonya.

Però per sort no tothom és així, tenim grans professionals, plens d’adjectius, són respectuosos, afectuosos, tendres i ho donen tot per tenir cura del nostres majors, sobretot en aquest moments tan delicats que estem vivint. Aprofito per demanar al Govern que no deixi en l’oblit aquest sector tant necessitat i tant vulnerable i que no sigui un suplici trobar una residència. El meu retir ideal seria la meva llar, però..

Mai se sap el destí, només  demano una carícia i una abraçada de tant en tant i que em tractin amb afecte.