Puri Pérez.
Hace unos días he asistido a la exposición Toulouse -Lautrec i l’esperit de Montmartre en Caixa Forun, ha sido realmente emocionante. Esa tarde tuve la sensación de estar paseando por las calles de adoquines de Montmartre. La obra de este pintor representa la vida nocturna, las prostitutas, los burdeles y la vida bohemia de ese barrio parisino lleno de bares y cabarets donde pintores, literatos y bohemios pasaban las horas buscando la inspiración. Fue allí por esos lugares y esa vida de desenfreno donde Henri Toulouse- Lautrec más cómodo se sentía, en el cual encontró su refugio y su inspiración.
Como podemos apreciar en su obra, el llegó a inmortalizar a sus musas, mayormente bailarinas y cantantes algunas de ellas convertidas en amantes.Una de ellas fue La Goulue, llamada la reina de Montmartre, bailarina y estrella del Moulin Rouge, también vemos en su obra a May Belfort, una cantante irlandesa que se hizo un hueco por los clubs nocturnos parisinos, siempre fiel, con su gato negro. Se declaró abiertamente lesbiana, su relación con el pintor fue muy fluida y amigable.
Otra musa que encontramos en su obra es Jane Avril gran amiga del artista y también bailarina del Moulin Rouge A sus espaldas llevaba una infancia desgraciada que reflejaba la dureza de la época. También vemos a May Milton una bailarina y cantante inglesa que se encontraba haciendo una turné por París, le pidió a Lautrec que le hiciera los carteles de su gira, convirtiéndose así en otra chica para su colección. Uno de los símbolos de la Belle Époque fue sin duda Ivette Guilbert, tuvo grandes éxitos como cantante de variedades, un icono inconfundible de la vida bohemia; se distinguía por llevar siempre unos largos guantes negros.Marcelle Lender otra preferida del pintor, se enamoró de ella por el color rojo de su melena y la forma serena de cantar y bailar. Ella nunca le correspondió. Segueix llegint »