Puri Pérez.El pasado siete de Mayo la poeta, ensayista y traductora catalana Clara Janés fue elegida miembro de la Real Academia, ocupara el sillón U.
. Hija del famoso editor y poeta Josep Janés, creció rodeada de libros. A los seis años ya jugaba con los poemas de Santa Teresa de Jesús, Jorge Manrique, y cuando escuchó a Verlaine la dejó muy impresionada, así iba creciendo su amor por la poesía y la literatura, despertando emociones y sensaciones que iban nutriendo y anidando hasta convertirse en la gran poeta de nuestros días.
Ella se define como una mujer clara y sin pudor, entera y tajante, y nada seductora, orgullosa de ser mujer, y defensora de sus derechos. Es una apasionada de San Juan de la Cruz y de la generación del 27. Sus versos salidos de su vida de caminante, de cuando va por la calle y como un rayo le llegan los poemas. Saca su libreta y empieza a escribirlos, y de esos pasos sale su ritmo literario poblado de curiosidad intelectual, temas que la hacen salir de su lado sombrío, su mente no para de aprender, es una cascada de descubrimientos.
Ahora acaba de publicar un libro que lleva por título unos versos de Fray Luís de León, bastante machistas para nosotras, Guardar la casa y cerrar la boca. Con su sensibilidad y talento nos ofrece un interesante recorrido por distintas culturas y periodos de la historia, a través de las principales obras literarias de mujeres, un trabajo recopilatorio de varios años en el que ha reunido anécdotas y obras de escritoras que han sido a menudo soterradas, oscurecidas, incluso silenciadas.
La autora concluye con las palabras de su amiga Rosa Chacel: “hay que seguir”. En efecto, hay que seguir, luchando y abriendo la boca.